La lucha por debutar en las finales

Lev Vinken salía a la final de la PS4 como imbatido. Sin embargo, su diferencia de goles era poco mayor que un gol por ronda. Si algo hace bien el holandés es competir, no suele cometer errores de bulto y durante la temporada ha añadido algunos recursos que no tenía al principio. A medida que el meta ha ido evolucionando ha conseguido añadir los centros de volea a su recurso favorito de cambios de banda saliendo al contraataque.

Maestro, por otro lado, es un jugador claramente ofensivo. Si el francés de Vitality es capaz de estar centrado y no perder la cabeza con su pasión desmedida, podrá todo su potencial en perforar la red rival. De hecho en su camino a las finales de PS4 sólo había perdido un partido, ante Lev Vinken y éste suponía su posibilidad de vengarse.

El mundo al revés en el primer partido

Para sorpresa de todo el mundo Maestro salió con una posición muy atrasada y cedió el control del partido a Lev, que tampoco rehuyó ese protagonismo durante la primera parte. El balón era suyo y le vimos crear varias ocasiones de peligro desde las bandas y forzar regates dentro del área tanto pegado a la línea de fondo como en la parte frontal. Allí le esperaba el francés, atrincherado en su área, despejando los tiros del holandés una tras otra y completando un empate en la primera mitad.

La segunda no tuvo grandes cambios respecto a la posesión, que fue para el gigantón Lev Vinken. El balón no dejaba las botas de los jugadores con vestidos tiroleses que llevaba el holandés, como si de una fiesta nacional se tratase. Se llegaba al minuto 60 y se olía que podía cambiar el marcador, se necesitaba ese cambio y vaya que si lo hubo. En la primera contra que tuvo Maestro, su primer tiro a puerta, lo aprovechó a la perfección poniéndose por delante con un tiro raso, recto, nada de otro mundo más que su gol 48 en el torneo. A pesar del gol, Lev Vinken no pareció desconcentrarse y quiso seguir controlando la posesión que le regalaba Maestro. A la postre podrá decirse que era una táctica, quizás como respuesta al partido donde perdió en grupos en el que los papeles se habían cambiado, incluyendo el resultado. Y entre tanta reflexión llegó el segundo gol de Maestro que parecía matar la eliminatoria.

Goal Machine aconsejaba a Lev Vinken y el holandés asentía con la cabeza. Imbatido durante 8 partidos a uno solo de jugar la gran final, había preocupación en su mirada.

Vuelta a la normalidad, mismo resultado

El segundo partido comenzó con Maestro asumiendo la responsabilidad de mover el esférico. Los papeles se volvían más naturales y el de Vitality empezaba a generar ocasiones que no acababan de convertirse, quizás el ir ganando por dos goles no le ayudaban a ser tan preciso como en el primer partido, pero sin duda le ayudaban a recobrar al Maestro al que estamos acostumbrados. De todas maneras, pareció olvidar que Lev Vinken juega tan cómodo bajo presión como Maestro se encuentra comandando el ritmo y fue en una de estas contras donde Lev recortó la distancia a tan solo un gol. De todas formas, la alegría le duró poco, Maestro marcó el gol del empate a base de llamar a la puerta en su cuarto tiro a puerta y lo haría de nuevo en su sexto para ponerse 2-1. Dos ocasiones de Lev antes del 75, especialmente una de CR7 que el francés mandó a corner y celebró como si se hubiese acabado el partido. El partido se metía en el minuto 80 con dominio de Maestro y falló dos ocasiones donde pudo haber cerrado el partido. Quien lo cerraría, sin embargo, sería Lev Vinken con un tardío gol en el 89. No hubo celebración, negaba con la cabeza el holandés, sabía que Maestro mataría el partido a base de posesión y así fue, la elimatoria murió ahí y con ella la racha de Lev y sus ganas de demostrar que él era mejor que cualquier otro jugador de PS4 antes de la FIFA eNations Cup.

Tenemos nuevo finalista en el lado “azul” de FIFA. Veremos si consigue romper la maldición de la Play Station

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